Latinoamericanos en España (1981-1994). Aproximacion a un fenomeno migratorio reciente

Estudios Migratorios Latinamericanos

Volumn 10, Issue 32, 1996, Pages 179-198

  Palazon Ferrando, Salvador ^a  

^a UNIVERSITY OF ALICANTE   (Spain)

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IMMIGRATION STATISTICS; IMMIGRATION TRENDS; INTERNATIONAL MIGRATION; LATIN AMERICAN IMMIGRANTS;

SPAIN;

ARTICLE; DEMOGRAPHIC FACTORS; DEMOGRAPHY; DEVELOPED COUNTRY; DEVELOPING COUNTRY; ECONOMIC FACTORS; ECONOMICS; EMPLOYMENT; EMPLOYMENT STATUS; EUROPE; GEOGRAPHIC FACTORS; GEOGRAPHY; HEALTH CARE MANPOWER; HUMAN RESOURCES; INTERNATIONAL MIGRATION--DETERMINANTS; LABOR FORCE; MEDITERRANEAN COUNTRIES; MIGRATION; MIGRATION POLICY; ORIGIN; POLICY; POPULATION; POPULATION AND POPULATION RELATED PHENOMENA; POPULATION DYNAMICS; POPULATION POLICY; SEX DIFFERENCE; SEX RATIO; SOCIAL CLASS; SOCIAL STATUS; SOCIOECONOMICS; SOUTH AND CENTRAL AMERICA; SOUTHERN EUROPE; SPAIN; SPATIAL DISTRIBUTION;

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EID: 4544304762     PISSN: 03267458     EISSN: None     Source Type: Journal    
DOI: None     Document Type: Article

References (24)

1. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
2. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
3. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
4. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
5. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
6. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
7. Sobre la inmigración extranjera en España pueden consultarse: COLECTIVO IOE, «Los inmigrantes en España», Documentación Social, No 66, 1987; V. GOZALVEZ PEREZ, «El reciente incremento de la población extranjera en España y su incidencia laboral», Investigaciones Geográficas, No 8, 1990; del mismo autor, «L'immigration étrangère en Espagne (1981-1994)», Revue Européenne des Migrations Internationales, No 1, 1996; A. IZQUIERDO ESCRIBANO, La inmigración en España, 1980-1990, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; F. MUÑOZ-PEREZ - A. IZQUIERDO, «L'Espagne, pays d'immigration», Population, No 2, 1989; VV.AA., «La inmigración», Revista de Economía y Sociología del Trabajo, No 11, 1991; y VV.AA., «Inmigrantes bajo sospecha», Alfoz, No 91-92, 1992.
8. Entre 1882 y 1970 se calcula que alrededor de 4 millones de españoles emigraron a América Latina y que en 1970 todavía residían en América Latina un millón de españoles. Para más datos sobre la emigración española a Latinoamérica veáse S. PALAZON FERRANDO, Los españoles en América Latina (1850-1990), Madrid, CEDEAL, 1995; y del mismo autor: Capital humano español y desarrollo latinoamericano, Alicante, Generalitat Valenciana-Instituto Juan Gil-Albert, 1995 .
9. Entre 1882 y 1970 se calcula que alrededor de 4 millones de españoles emigraron a América Latina y que en 1970 todavía residían en América Latina un millón de españoles. Para más datos sobre la emigración española a Latinoamérica veáse S. PALAZON FERRANDO, Los españoles en América Latina (1850-1990), Madrid, CEDEAL, 1995; y del mismo autor: Capital humano español y desarrollo latinoamericano, Alicante, Generalitat Valenciana-Instituto Juan Gil-Albert, 1995 .
10. Por situación irregular se entiende la de aquel inmigrante que carece de permiso de residencia en regla, ya sea porque no ha podido renovarlo una vez caducado, ya sea porque no dispone del mismo al haber entrado en España como turista o de forma clandestina.
11. Esta pequeña diferencia puede ser debida a la inmigración llegada en los nueve meses que median entre ambas estadísticas (el censo da datos a 31 de marzo y el Registro a 31 de diciembre) y/o de la inscripción de una parte de los inmigrantes en situación irregular cuando se efectuaba el censo y que regularizan su situación gracias al proceso extraordinario que ese mismo año realizó el Gobierno español.
12. Debemos recordar que la estadística de permisos de residencia no facilita una distribución según la edad.
13. Como norma general únicamente son necesarios dos años de residencia en España para los extranjeros procedentes de Iberoamérica, Andorra, Filipinas y Guinea Ecuatorial, así como para los judíos sefardíes, cuando para el resto son necesarios diez años. La nacionalidad española también puede obtenerse por matrimonio, convenios de doble nacionalidad, adopción, etc. Estas facilidades explican que en el período que media entre 1981y 1994, ambos inclusive, la mitad de las naturalizaciones realizadas en España correspondan a latinoamericanos.
14. En ocasiones sin perder su nacionalidad anterior en virtud de los convenios de doble nacionalidad vigentes entre España y algunos países latinoamericanos. Sirvan como ejemplo de permanencia de estos nacionalizados españoles en sus países de nacimiento los datos facilitados por el Consulado General de España en Buenos Aires, según los cuales de 33.501 naturalizados entre 1988 y 1994, ambos inclusive, tan sólo 1.171 causaron baja por traslado al exterior, en su mayoría a España. La significación de estas cifras es, todavía mayor si tenemos en cuenta que la cobertura de este Consulado incluye la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y parte de la provincia de Buenos Aires, es decir, la zona donde reside el mayor número de españoles de toda América Latina.
15. Esta cifra cuestiona la estimación realizada por el Colectivo IOE en 1986, op. cit., en la que se calculaba que en España residian aproximadamente 180.000 latinoamericanos, incluyendo 102.000 indocumentados, a no ser que una buena parte de ellos retomaran o reemigrasen a terceros países entre esa fecha y 1991.
16. La inmigración peruana en España se ha incrementado recientemente ante las fuertes restricciones a que es sometida en Francia, uno de sus destines europeos tradicionales (GOZÁLVEZ, 1996, op. cit.).
17. Entre 1991 y 1993 5.728 dominicanos y 2.850 peruanos solicitaron refugio o asilo político según los datos del Ministerio del Interior reunidos por V. RODRIGUEZ en «Los polacos en España: de refugiados a inmigrantes», Estudios Geográficos, No 220, 1995.
18. Para estos cálculos se han tenido en cuenta los naturalizados españoles, ya que si éstos no se incluyen la situación varía sustancialmente, pues los latinoamericanos pasarían de representar el 22 por ciento de los extranjeros en 1981 a no superar el 19 por ciento en 1991 y 1994.
19. La reagrupación familiar es el raejor exponente de la cadena migratoria pero no el único, pues los inmigrantes ya asentados en el exterior también suelen atraer a otros familiares y amigos.
20. La emigración española a América Latina conoce dos momentos de máxima emigración: de 1882 a 1930, cuando emigran más de tres millones y medio de españoles, y de 1946 a 1958, cuando lo hacen algo más de medio millón. En el primero de ellos, la mitad de los emigrantes procedía de Galicia y Andalucía, mientras que en el segundo, Galicia y Canarias fueron las regiones que aportaron más de la mitad del flujo migratorio. Por su parte, los principales destinos de la emigración española fueron Argentina y Cuba en el primer período y Argentina y Venezuela en el segundo (PALAZON, Capital ..., cit., pp. 63-83 y 294-302).
21. No debemos olvidar que, por las deficiencias de la fuente, la tasa se ha calculado en relación al total de residentes y no al de aquéllos en edad de incorporarse al mercado laboral.
22. Las cifras censales de 1991 reflejaban un elevado índice de desempleo entre los latinoamericanos, superior incluso al ofrecido por el conjunto de los extranjeros e incluso por la población española. En este sentido, el 23 por ciento de los activos latinoamericanos había perdido su trabajo o estaban buscando zu primer empleo, mientras que para los extranjeros esta cifra se reducía la 20 por ciento y para los españoles al 19 por ciento. Entre los latinoamericanos para los que disponemos de datos detallados los más afectados por el desempleo son los venezolanos, cubanos, dominicanos y brasileños que presentaban tasas de paro superiores al 26 por ciento.
23. Datos facilitados por la Dirección General de Migraciones, Anuarío de Migraciones, 1995, pp. 250-254.
24. La escasa formación que requiere el servicio doméstico explica los bajos niveles de instrucción que presentaba la población dominicana mayor de diez años censada en 1991, pues el 18 por ciento no tiene estudios cuando la media para todos los latinoamericanos es tan sólo del 8 por ciento.